El enojo, la animosidad, la hostilidad, son causa de guerra, de discordia y de infelicidad mental. La ira y el enfado en todas sus formas son fuente tanto de perturbación mental como de padecimiento físico. Les comparto gentilmente una contemplación sobre los beneficios de la paciencia, para paulatinamente antidotar la fuerza de estas aflicciones en nuestra mente, cultivando así nuestra paz interna y contribuir también a la paz de los demás.
Deseo sea de beneficio.