Existe un sonido que se eleva sobre otros en la ciudad y con el cual dejas de poner atención a lo que estás haciendo, tu mente se dispara y vuelca tu imaginación en ilusiones, están por aquí y por allá, en las calles, en las cantinas, en los restaurantes finos y en los no tan finos; los comensales quieren, anhelan que el de al lado no haya elegido su cachito, qué tal que es el premio mayor.