La cultura de los Kurganes es una teoría que explica la expansión del continente europeo, no solo de las lenguas, sino también de una cosmovisión militar y patriarcal que la Europa Indígena autóctona no conocía, es decir, era inexistente.
Este episodio explica unos recientes estudios genéticos que confirman que hubo grandes movimientos de población anterior a las invasiones indoeuropeas, aproximadamente hace 8.000 años desde Anatolia y Oriente Próximo. Esos protagonistas fueron los agricultores neolíticos del llamado Creciente Fértil, lo cual expandió su conocimiento por el continente europeo y se mezclaron con las culturas cazadoras-recolectoras sin ningún conflicto ni guerras.
Los pueblos preindoeuropeos de Oriente Próximo y los de Europa compartían una misma cosmovisión y de familia idiomática; relacionado a lo matrifocal, lo cual tenían una Gran deidad femenina como pilar central, siendo una prueba irrefutable con los estudios genéticos de los investigadores.
Y el segundo gran desplazamiento poblacional, comenzó hace unos 5.000 años, sería los Kurgos de las estepas de Ucrania como hogar ancestral de los indoeuropeos. Esta ha sido catalogada como una invasión de estratos arqueológicos en muestras evidentes de guerras y saqueos; hipótesis verificada en los genomas de europeos de hace 8.000 a 3.000 años atrás; determina que la patria de los proto-indoeuropeos era la llamada estepa póntica; aquéllos ganaderos Yamnaya que vivían allí, al norte de los mares Negro y Caspio y que después se extendieron por Europa gracias a sus flamantes carros de ruedas.
Aquéllas invasiones no sólo supusieron la subyugación de las mujeres de las culturas matrísticas, sino también el exterminio generalizado de la población masculina indígena.