La ansiedad te pasa factura cuando tu mente se encuentra batallando entre tus fuerzas y lo que se encuentra fuera de tu control. Nuestra cabeza revienta esperando obtener alguna respuesta de ‘’qué pasará mañana’’. La espera se hace interminable y la paciencia se instala en un sillón, pero a kilómetros de ti. ¿Será que este proceso no tiene fin?