Eres único, hay algo en ti que nadie puede hacer por ti ni como tú. Eres diseño de Dios, una persona imperfecta usada por un Padre perfecto. Tienes talentos, habilidades, dones, unción, chispa divina, llamado, poder, todo esto en una verdad misma expresada en el libro de 1 Corintios 12:7 - “A cada uno se le da una manifestación especial del Espíritu para el bien de los demás”.