Los tragos amargos de la vida podrían llevarnos a una tristeza profunda, donde todo nos pesa y nada nos queda, donde todo es lejano e imposible, donde la única opción que se nos presenta se resume en cinco letras y un Salvador: Jesús.
Los tragos amargos de la vida podrían llevarnos a una tristeza profunda, donde todo nos pesa y nada nos queda, donde todo es lejano e imposible, donde la única opción que se nos presenta se resume en cinco letras y un Salvador: Jesús.