Los procesos y los problemas no son mas fuertes que tu llamado y sus promesas, por mas duros que sean, es imperativo seguir el camino que ya Dios ha trazado. No es una opción dejar de indagar hasta llegar a conocer el último sentido de tu propósito, y te conviertas en cenizas por ello. Para Dios no hay imposibles, sigue creyendo y permaneciendo en la fe de que Él puede hacerlo.