“Soy una leyenda (…) Juré que nadie me iba a
parar / invictos seguimos hasta el final / ya estoy hecho, me puedo retirar”, advierte Daddy Yankee en ‘Campeón’, en los primeros
pasajes del que ha sido anunciado como su disco de despedida tras una carrera
de casi tres décadas (él tiene 46 años) que ha avanzado paralela a la expansión
global del reggaetón. Es paradójico que el puertorriqueño decida dejarlo
justo cuando el sonido que él contribuyó a moldear haya alcanzado su máxima
cuota de popularidad y penetrando
como nunca antes en la industria del entretenimiento de Estados Unidos.
En una entrevista reciente en el popular
programa de la televisión española ‘La Resistencia’ Daddy Yankee explicaba que
prefiere, como los deportistas, retirarse antes de que el físico empiece a
fallarle: “me imaginas perreando con 60 en el escenario, mejor que no”, decía
bromeando. También, de fondo, hay otra causa: la brutal ruptura generacional
de la música urbana en español durante el último lustro durante el que se
ha renovado por completo el ecosistema consolidándose nuevas estrellas más
jóvenes que él.
Pero lo que dice en ‘Campeón’ es cierto: hay
pocos nombres hoy que puedan presumir de ser referentes absolutos y respetados
por esa nueva aristocracia del reggaetón que precisamente colabora en su
disco de despedida: Bad
Bunny, Rauw Alejandro, Natti
Natasha, Becky G, El Alfa, Mike
Towers, Sech…
Con su adiós, deja el camino a esta nueva
generación para que sigan ensanchando los cauces del reggaetón, un sonido vivo
que sigue transformándose. Y mientras este disco (y su
gira, que pasará por España este verano) queda como un legado de ese reverso
comercial y pop que el visionario Daddy Yankee supo imprimir a sus canciones
y que sigue funcionando en temas como ‘Remix’ y ‘Rumbatón’.
José Fajardo.