Muchas veces pasa que la bola suspendida en el aire parece una escena de suspenso, queremos saber rápidamente cómo va a terminar y aunque esté buenísima nos olvidamos de disfrutarla, recién nos relajamos cuando termina. En el golf pasa lo mismo, no sabemos si va a picar bien, rodar como queremos, etc. Cada tiro esconde su intriga.