¿Alguna vez has sentido que el cansancio te consume? Incluso los más fuertes pueden llegar al límite, como Elías, quien después de su mayor victoria terminó huyendo al desierto, pidiendo morir. Pero Dios no lo reprendió—le dio descanso, alimento y palabras de amor. En este episodio, exploramos cómo Dios nos habla, no en el estruendo, sino en el susurro. A veces, más que un milagro, necesitamos un momento de quietud para escuchar su voz.