Nació sin nada, en una aldea remota donde sobrevivía comiendo corteza de árbol. Trabajó como cargador, ayudante de contabilidad y obrero, siempre buscando una salida. Fracasó muchas veces, pero cada caída fue un paso más hacia adelante. Nunca se conformó con lo que el destino le ofrecía.
En plena posguerra fundó Hyundai con recursos mínimos. En poco tiempo, construyó presas, carreteras y uno de los mayores astilleros del mundo. Luego vinieron los coches, las finanzas y el turismo. En cada sector donde entraba, Corea del Sur ganaba peso internacional. Su impacto fue tan grande que moldeó el país moderno.
Terminó siendo el hombre más rico de Corea, no por herencia, sino por pura determinación. Donó parte de su fortuna y cruzó la frontera con Corea del Norte llevando vacas, buscando reconciliación. Su legado no es solo empresarial, es humano: demuestra que la pobreza no es una condena si se responde con acción.
Fuentes: Wikipedia, Deciphr.ai, Facts & Details, MastersInvest.