Tras los juicios de Núremberg, muchos jerarcas y colaboradores nazis evitaron la justicia mediante redes clandestinas de exfiltración que contaron con apoyos inesperados, incluso desde ámbitos cercanos al Vaticano.
Explora cómo se tejieron esas rutas, quiénes las facilitaron y por qué Sudamérica se convirtió en refugio para tantos prófugos de la posguerra.