La pérdida de masa vegetal afecta a todo el planeta, pero esta semana nos centramos en el continente americano: las más de 600.000 hectáreas quemadas en California son el efecto de factores humanos y climáticos; la población de jaguares en Panamá disminuye por la pérdida de su hábitat natural impulsada por la actividad humana; y en Venezuela, los conservacionistas ven con preocupación cómo la crisis energética derivada de las políticas en el país está contribuyendo a una crisis de biodiversidad.