Antes, un sacrificio era símbolo de protección.
Hoy, tu fe, tu oración y tu confianza son ese escudo que tecubre.
No es cosa de religión, es cosa de fe real.
Cuando entregas tu vida con todo, Dios te respalda.
En tu casa, en tu trabajo, en tu salud… ¡y hasta contra losenemigos!
Con Dios tienes cobertura total.