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Desde la Diócesis de Tui-Vigo, a través de la Vicaría de Pastoral y la delegación de Medios de Comunicación Social, te proponemos este itinerario de espiritualidad para rezar con el Evangelio de cada día desde la Cuaresma hasta Pentecostés.
Reflexión escrita por el sacerdote diocesano Ángel Carnicero.
Música © Mingos Lorenzo.
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En nuestro camino cuaresmal, sin que éste se detenga, aparece con fuerza la figura de San José, cuya solemnidad hoy celebramos. Él vivió su particular éxodo, un camino nada fácil, que recorrió con la mirada puesta en Dios y en el servicio a Jesús y a María. La vida de José de Nazaret nos interpela a descubrir nuestra propia vocación, es decir, el sueño de Dios para cada uno de nosotros, y a vivirlo con intensidad, poniendo toda nuestra persona en su realización, secundando la acción del Espíritu Santo en el día a día de nuestra existencia concreta.
Con San José estamos invitados a zambullirnos en la espiritualidad de lo sencillo y de lo cotidiano, a saborear y a gustar la presencia de Dios en los pequeños detalles que van dibujando un mosaico relacional que acaba por manifestar el Rostro de Dios en tantos rostros y acontecimientos.
Bajar a Nazaret es siempre una oportunidad de oro para adentrarnos en las entrañas del Misterio de Dios que se hace cercanía cierta, humildad sincera, trabajo fecundo y comunión fraterna. ¡Soñemos con José para poder despertar a la alegría de una vida vivida plenamente en el horizonte de Dios y de los hermanos!
By Diocese Tui-VigoDesde la Diócesis de Tui-Vigo, a través de la Vicaría de Pastoral y la delegación de Medios de Comunicación Social, te proponemos este itinerario de espiritualidad para rezar con el Evangelio de cada día desde la Cuaresma hasta Pentecostés.
Reflexión escrita por el sacerdote diocesano Ángel Carnicero.
Música © Mingos Lorenzo.
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En nuestro camino cuaresmal, sin que éste se detenga, aparece con fuerza la figura de San José, cuya solemnidad hoy celebramos. Él vivió su particular éxodo, un camino nada fácil, que recorrió con la mirada puesta en Dios y en el servicio a Jesús y a María. La vida de José de Nazaret nos interpela a descubrir nuestra propia vocación, es decir, el sueño de Dios para cada uno de nosotros, y a vivirlo con intensidad, poniendo toda nuestra persona en su realización, secundando la acción del Espíritu Santo en el día a día de nuestra existencia concreta.
Con San José estamos invitados a zambullirnos en la espiritualidad de lo sencillo y de lo cotidiano, a saborear y a gustar la presencia de Dios en los pequeños detalles que van dibujando un mosaico relacional que acaba por manifestar el Rostro de Dios en tantos rostros y acontecimientos.
Bajar a Nazaret es siempre una oportunidad de oro para adentrarnos en las entrañas del Misterio de Dios que se hace cercanía cierta, humildad sincera, trabajo fecundo y comunión fraterna. ¡Soñemos con José para poder despertar a la alegría de una vida vivida plenamente en el horizonte de Dios y de los hermanos!