Desde la Diócesis de Tui-Vigo, a través de la Vicaría de Pastoral y la delegación de Medios de Comunicación Social, te proponemos este itinerario de espiritualidad para rezar con el Evangelio de cada día desde la Cuaresma hasta Pentecostés.

Reflexión escrita por el sacerdote diocesano Ángel Carnicero.

Música © Mingos Lorenzo.

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Hoy escuchamos el relato de uno de los pasajes más profundos, intensos y entrañables del evangelio. El encuentro de Jesús con la mujer adúltera. Sobre ella pesa una grave acusación y muchos ya están dispuestos a ejecutar la sentencia. Pero quieren aprovechar la ocasión para acusar y condenar también a Jesús. Este grupo de acusadores representa la peor versión del ser humano: aquella que se siente con autoridad para juzgar y condenar a los demás, desde su supuesta perfección religiosa, que nada tiene de evangélica. Jesús los desenmascara y fija toda su atención en aquella mujer, a la que va a liberar de su pecado, rescatándola de sus abismos de muerte y degradación. La implicación compasiva de Jesús le lleva a poner en el centro a aquella mujer. Y se inicia el diálogo salvador y sanador. Jesús la acoge incondicionalmente y recrea su vida herida. Algunos han dicho que el Señor estaría escribiendo su sentencia sobre esa mujer, anticipando la sentencia que pronunciará definitivamente sobre la cruz: Dios te ama y te salva. La mujer adúltera recibe un nuevo nombre, ahora se llamará la «redimida». ¡También nosotros somos invitados a vivir esta experiencia cotidiana de salvación en el encuentro con Jesús! El sacramento de la Reconciliación nos permitirá experimentar la caricia de Dios en nuestro pecado y en nuestra debilidad. ¡Jesús nos espera, acerquémonos a Él!