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Desde la Diócesis de Tui-Vigo, a través de la Vicaría de Pastoral y la delegación de Medios de Comunicación Social, te proponemos este itinerario de espiritualidad para rezar con el Evangelio de cada día desde la Cuaresma hasta Pentecostés.
Reflexión escrita por el sacerdote diocesano Ángel Carnicero.
Música © Mingos Lorenzo.
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¡El cerco se hace cada vez más estrecho en torno al Señor! El sanedrín reconoce los signos de Jesús pero no supera su ceguera y busca estrategias, razones y justificaciones. El grupo que primero tendría que haberle reconocido como Mesías es, por el contrario, el que más se afana en verle como la gran amenaza y pone en marcha el proceso para acabar definitivamente con Él. Sin embargo, nada detendrá el plan de salvación divino. Estos acontecimientos tan cargados de odio, resentimiento e injusticia serán el escenario en el que el Maestro dará su lección final: la entrega de su propia vida por amor a los hombres. Los abismos del rencor y del pecado, de la tiniebla y del horror, los de ayer y los de hoy, serán definitivamente habitados por la presencia salvadora y luminosa del Señor. La Pasión de Jesús está ya muy cerca, la derrota parece segura, la peor versión del ser humano adopta el papel protagonista, pero detrás de todo este infierno, ya está latiendo la victoria final, la victoria del Amor de Dios.
By Diocese Tui-VigoDesde la Diócesis de Tui-Vigo, a través de la Vicaría de Pastoral y la delegación de Medios de Comunicación Social, te proponemos este itinerario de espiritualidad para rezar con el Evangelio de cada día desde la Cuaresma hasta Pentecostés.
Reflexión escrita por el sacerdote diocesano Ángel Carnicero.
Música © Mingos Lorenzo.
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¡El cerco se hace cada vez más estrecho en torno al Señor! El sanedrín reconoce los signos de Jesús pero no supera su ceguera y busca estrategias, razones y justificaciones. El grupo que primero tendría que haberle reconocido como Mesías es, por el contrario, el que más se afana en verle como la gran amenaza y pone en marcha el proceso para acabar definitivamente con Él. Sin embargo, nada detendrá el plan de salvación divino. Estos acontecimientos tan cargados de odio, resentimiento e injusticia serán el escenario en el que el Maestro dará su lección final: la entrega de su propia vida por amor a los hombres. Los abismos del rencor y del pecado, de la tiniebla y del horror, los de ayer y los de hoy, serán definitivamente habitados por la presencia salvadora y luminosa del Señor. La Pasión de Jesús está ya muy cerca, la derrota parece segura, la peor versión del ser humano adopta el papel protagonista, pero detrás de todo este infierno, ya está latiendo la victoria final, la victoria del Amor de Dios.