Augusto tuvo grandes victorias militares, pero también grandes victorias políticas. Tal fue el caso de su victoria diplomática frente a Partia en el año 20 a.C. Augusto aprovechó los problemas políticos internos de Partia, donde el rey Fraates IV se enfrentaba a un usurpador llamado Tirídates II. Viéndose derrotado, Tirídates huyó a Roma llevando como prisionero al hijo menor de Fraates IV. ¡Semejante regalo no lo iba a desperdiciar Augusto!