Como somos las mujeres y como son los hombres no solo está determinado por la biología, fundamentalmente está diseñado y construido a lo largo de nuestras vidas por la familia, la comunidad, las religiones, el sistema educativo, de salud, de justicia. Somos el reflejo de una sociedad machista y patriarcal que afecta la vida de las mujeres, y la de los hombres que viven unos pseudo privilegios que les mutila y reprime sentimientos y les genera infelicidad. Estos patrones socioculturales ligados a la violencia pueden cambiar, deben cambiar.