La energía eléctrica es un insumo básico para la operación diaria de la sociedad, desde encender un foco hasta mover grandes motores para producir un sin fin de artículos, así como los servicios que dependen de esté para satisfacer una necesidad.
Desde hace algunos años en México la industria eléctrica es motivo de orgullo nacional, desde su nacionalización en el año de 1960, hasta lograr el control al cien por ciento en el año 2009, con el decreto de extinción de la compañía de Luz y Fuerza del Centro.
Uno de los grandes retos que enfrenta la industria eléctrica en nuestro país es su baja competitividad por las grandes volúmenes de perdidas técnicas y no técnicas que la colocan muy por debajo de los países miembros de la OCDE.
Otro motivo de su baja competitividad tiene que ver con los costos de producción que hacen que el precio de las diferentes tarifas no sean competitivos, así como, el exceso de subsidio en algunas tarifas residenciales y de consumo agrícola.