Dios creó nuestras emociones. Tienen un propósito. Pero cuando éstas han sido afectadas, heridas por diversas experiencias, afecta nuestra salud física, espiritual y por ende la emocional. Y eso se refleja en la forma en que hablamos y reaccionamos ante diferentes situaciones. Es ahí donde se sabe si nuestro corazón está sano o está enfermo. Si está sano habla bendición. Si está enfermo manifiesta maldición, rencor, falta de perdón, ira, enojo y toda clase de veneno mortal a los que le oyen y con los que se relaciona. Pero Jesús vino a sanar a los quebrantados de corazón. Déjate sanar y Restaurar por Dios. Reflexiona y Aplica. Dios te Bendiga. 🙏🔥🤗