Todas las cualidades que nos gustarían de una persona, se encuentran en este principio: poner a los demás antes que a ti. Cualidades que son frutos del espíritu. Quitemos todo engaño y amemos a los demás.

Es difícil aprender algo nuevo cuando pensamos que lo sabemos todo. Y mucho más, si queremos conocer a Dios, debemos mantener un corazón humilde y enseñable.

Nuestro corazón refleja lo que somos. Todos nacimos con la misma naturaleza con la tendencia a lo malo. Si queremos cambiar, necesitamos un cambio de corazón producido por Dios para hacer cosas diferentes.

Dios esta interesado en la condición de nuestro corazón y en este capitulo se nos confronta en varias cosas que actualmente el mundo ve como normal pero pueden ser muy peligrosas en nuestras vidas.

Nuestra prosperidad es temporal, y el castigo de los impíos es eterno, no tengamos envidia de ellos. La lección de este proverbio es la salvación de todos aquellos que siguen a Cristo.

Considerar es algo mucho mas profundo que solo mirar. En este capitulo se nos invita a considerar ante una necesidad lo que nos sostiene más que lo que nos sacie.

En el libro de Proverbios, se nos muestran dos tipos de personas:  sabio y el necio. Y podemos aprender en este capitulo que la necedad esta en el corazón. Decidamos ser personas sabias aceptando la disciplina y corrección.

Como pasa en los repartimientos de aguas, nuestro corazón es inclinado hacia lo que Dios quiere cuando entendemos lo que hay en su corazón, y limpiamos nuestros caminos para ser rectos, descansando en Su voluntad. Escuchar el corazón de Dios inclina nuestro corazón a la dirección correcta.

Adán necesito de un profundo sueño para que de eso naciera algo grandioso. En este capitulo, Salomón, habla sobre lo contrario que son los profundos sueños pues estos carecen de visión y de plan.

La muerte y la vida están en poder de la lengua, física y espiritual. Dios le dio tal poder, decidamos de usarla para bendecir al llenarnos de Su Palabra. Pues de lo que estemos llenos, eso hablaremos.