Toda obra del hombre es producto de su fe en acción, y el poder de Dios se hace evidente en nosotros. 

Construir nuestros sueños depende de nosotros mismo, es la evidencia de nuestro crecimiento y madurez en Cristo. 

Cinco altares, cinco estaciones. 

2 Reyes 6: 24-33

El conocimiento sin aplicación no sirve de nada. El mundo está generando personas crueles pero no menos inteligentes. Solo la palabra de Dios es infalible para tener mayor gloria. 

La educación nos ayuda a ir más allá, a trascender las barreras impuestas por la sociedad, romper las cadenas de las que nuestra mente es presa. 

Tener una memoria selectiva y “olvidar” los conocimientos que para nosotros son irrelevantes también es muy importante a la hora de adquirir nueva información.

Aprendemos mejor y con mucha más facilidad cuando disfrutamos de lo que estamos construyendo.

Nuestra meta es llegar a ser semejantes a él en todo, inclusive hasta en su muerte. 

Los buenos valores deben ser adquiridos en casa, enseñados por líderes competentes.