Tal vez has estado trabajando duro, orando, esperando, y sin embargo, nada parece cambiar. Todavía estás en el mismo lugar, preguntándote: "Dios, ¿cuándo sucederá?" Bueno, esta es la verdad: no estás solo en esa espera. La visión de Dios para tu vida se está desarrollando, incluso cuando no puedes verla.