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Bajo cada mural de Diego Rivera se escondía algo más que color y cal: una visión del mundo, un espejo público donde México aprendió a verse a sí mismo. Fue un artista que convirtió los muros en campos de batalla, el arte en educación y el escándalo en herramienta
By Andres Amadeo Jejen PaezBajo cada mural de Diego Rivera se escondía algo más que color y cal: una visión del mundo, un espejo público donde México aprendió a verse a sí mismo. Fue un artista que convirtió los muros en campos de batalla, el arte en educación y el escándalo en herramienta