El pecado nos separa de Dios y, como la muerte, nos deja incomunicados. Pero la buena noticia es que Cristo vino a detener esa muerte. En este sermón, exploramos cómo la historia del joven resucitado en Lucas 7 nos enseña que Cristo tiene poder sobre la muerte y que resucitó para darnos esperanza. Su resurrección es una señal de que un día vendrá por los que creen en Él, resucitándolos para reunirlos en gloria con Dios.