Nuestras lágrimas tienen el lenguaje del que habla nuestro corazón, hay dolor muy profundo en nuestro interior y cuando brota ese dolor es cuando reconocemos que necesitamos comprensión, ayuda y apoyo. Dios ve nuestras lágrimas, le duelen y sabe muy bien las razones por las que sentimos esa angustia. Escucha este episodio, a lo mejor tienes que reconocer que tus lágrimas están cargadas de tristeza.