En este tercer episodio de Cantores, nos adentramos en la Nicaragua post-sandinista, tras la derrota electoral del Frente Sandinista en 1990 y la histórica llegada de Violeta Barrios de Chamorro a la presidencia, marcando la primera elección democrática en décadas y el ascenso de la primera mujer al poder en el país.
Este episodio explora cómo la generación de músicos de los 90, representada por Mario Ruíz, utilizó la música para canalizar su desilusión con el legado de la Revolución Sandinista y las dificultades económicas que enfrentaba el país. A medida que Nicaragua se abría al mundo, nuevos géneros como el rock, punk, ska, reggae, hip-hop y metal encontraron su espacio, dando lugar a una efervescente escena musical a principios de los 2000.
Sin embargo, con el regreso de Daniel Ortega al poder en 2006, la música comenzó a ser instrumentalizada a través del patrocinio estatal. Este control sobre la escena cultural enfrentó su ruptura definitiva durante las protestas de 2018, cuando muchos artistas, como Mario Ruíz, decidieron romper con el régimen y fueron forzados al exilio.