El documental explora cómo Penkovsky, desilusionado con el régimen soviético, proporcionó información vital a la CIA y al MI6. Sus revelaciones incluyeron detalles sobre la capacidad real de los misiles soviéticos y los planes de despliegue en Cuba. Esta inteligencia permitió a la administración de Kennedy comprender que los misiles en Cuba aún no estaban operativos, otorgando un margen crucial para la negociación y evitando una posible guerra nuclear.