David según la Biblia hebrea fue un rey israelita, sucesor de Saúl y segundo monarca legítimo del reino de Israel (aunque Isboset, hijo de Saúl, fue proclamado por el ejército y gobernó dos años en el norte hasta su asesinato). Logró unificar el territorio israelita y lo expandió, hasta controlar las ciudades de Jerusalén, Samaria, Petra, Zabah y Damasco. La historia de David se presenta en la Biblia, principalmente en I Samuel y II Samuel, en tanto que el periodo que abarca su ancianidad y su muerte se narra al comienzo de I Reyes.