El Domingo pasado vimos como Dios al llamar a Moisés en el desierto se identifica con el nombre  divino de YO SOY, diciéndole: YO SOY el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob y alli le confió a Moisés la misión de llevar a Israel a la tierra que mana leche y miel es la tierra prometida a Abraham y a sus descendientes. Y un dia llegara este pueblo con Moisés hasta el monte Horeb ( Monte Sinaí) donde se encontrara nuevamente con Dios para recibir sus palabras que Moisés estampara en las tablas de piedra y de alli en el corazón del hombre. Y el Evangelio de Lucas ilumina el tema de la conversion con la inolvidable y maravillosa parábola del Hijo Prodigo que es un resumen de la Historia de la Salvacion y una síntesis de la realidad de nuestra vida diaria que es un continuo irnos de la casa y volver con hambre en busca del Padre Amoroso que nos espera siempre con la fiesta del Banquete Eucarístico, el abrazo y el beso de acogida aunque sabe que muy posiblemente  nos volveremos a ir. Pero así es el corazón de nuestro Querido Padre Dios quien nos amo desde siempre y para siempre. Y un dia llegaremos a la Casa del Padre para continuar en la fiesta sin fin por nuestra llegada.

Bendiciones,

Hna. Maria Ruth Radio Paulinas Boston