El Evangelio de S. Lucas de este Domingo XIX Ordinario, exhorta al pequeño rebaño y hoy a nosotros diciéndonos que no hay motivos para temer, porque la debilidad humana está compensada por la protección y el gran favor del Padre celestial, por lo tanto debemos mirar hacia adelante. Pero eso si, debemos pagar un precio y es el desapego de las riquezas sobre todo aquellas que pesan en el corazón, porque debemos estar ligeros de equipaje y saber elegir estrictamente lo esencial es decir; aquellos valores duraderos que no caducan, que no tienen fecha de vencimiento y que la polilla no puede roer mientras caminamos. Estos bienes que son realmente valores, pertenecen al campo del ser y no al de tener y nos dice también que " allí donde está tu tesoro está tu corazón" Preguntémonos ahora. ¿Dónde está mi corazón? Feliz Semana.
Bendiciones,
Hna. Maria Ruth
Radio Paulinas Boston