Muchas veces nos dejamos influenciar por la superficialidad y obsolescencia programada que compramos y gastamos dinero en cosas que precisamente no son necesarias, simplemente porque es la moda, porque la sociedad me lo impone o porque no tenemos ni siquiera el tiempo de detenernos a pensar si realmente lo necesitamos. comprometiendo no solo nuestra economía si no, los recursos naturales, la mano de obra barata y un sinfín de consecuencias al seguir este modelo de consumismo tóxico.