El nacimiento de Jesús - fuente de la esperanza
Hemos iniciado hace poco un camino de catequesis sobre el tema de la esperanza, muy apto para el tiempo de Adviento.
Nuestro guía ha sido hasta ahora el profeta Isaías. Hoy, cuando faltan pocos días para la Navidad, quisiera reflexionar de modo más específico sobre el momento en el cual, por así decir, la esperanza ha entrado en el mundo, con la encarnación del Hijo de Dios.
El mismo profeta Isaías había preanunciado el nacimiento del Mesías en algunos pasajes: «miren, la joven está embarazada y dará a luz un hijo, y lo llamará con el nombre de Emanuel» (7,14); y también —en otro pasaje—: «saldrá una rama del tronco de Jesé y un retoño brotará de sus raíces» (11,1). En estos pasajes se entrevé el sentido de la Navidad: Dios cumple la promesa haciéndose hombre; no abandona a su pueblo, se acerca hasta despojarse de su divinidad. De este modo Dios demuestra su fidelidad e inaugura un Reino nuevo, que dona una nueva esperanza a la humanidad.
Y ¿cuál es esta esperanza? La vida eterna.