En Cristo se termino el poder del pecado sobre nosotros y ahora podemos disfrutar del fruto y dones de su gracia para ministrarlos a otros en 1 Pedro 4:10 nos dice; Cada uno según el don que ha recibido, minístrelos a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia De Dios.

Todo el capítulo 4 está dedicado a la amonestación al pueblo de Dios para que se oponga a las presiones del mundo. Pedro empieza por señalar que la vida antigua, viciada y pecaminosa, terminó cuando ren dimos nuestro ser a Cristo, quien se sometió al pa decimiento para darnos salvación (4:1-7). De ahí la importancia de la amonestación a ser sobrios y velar en oración (4:4-7). Existe la necesidad de estar siem pre produciendo el fruto del Espíritu (4:8,9). Aquí sobresalen el amor y la hospitalidad. Otro aspecto de la vida cristiana es la manifestación de los dones espirituales (4:10,11). No olvidemos que si no hay frutos no puede haber dones. El pasaje final (4:12-19) amonesta a la Iglesia a estar firme frente a las prue bas (4:14). El juicio debe comenzar en "la casa de Dios"; y "si el justo con dificultad se salva, ¿en dón de aparecer el impío y el pecador?" (4:18).