¿Aún teniéndolo todo experimentamos el gozo del Espíritu de Dios? ¿Qué es aquello que nos impide vivir llenos de alegría y gozosos de la presencia de Dios en cada uno de nuestros días?
¿Qué nos quita la alegría?
Salmos 40:12: Nuestras maldades, que nos dominan y nos acorralan, que no nos dejan ver y nos agotan al punto de dejarnos sin fuerzas para seguir luchando.
Salmos 42:10: La gente malvada que nos acecha.
Salmos 42:10; Salmos 51:11: Creer que Dios nos abandonó.
Salmos 51:10: Los malos pensamientos.
Mateo 26:21-22: Traicionar a Jesús.
Números 11:14 (TLA): Intentar con nuestras propias fuerzas.
Salmos 91:15-16; Habacuc 3:17: Su salvación.
Salmos 88:9-10: Correr a los brazos del Padre en nuestros momentos de tristeza.
Salmos 40:8; 1 Tesalonicenses 5:16-22; Salmo 119:111-112: Cumplir la voluntad de Dios.
Sofonías 3:17; Salmos 16:11: La presencia de Dios nos llena de gozo, amor y cantos.
Filipenses 4:4-8: Alegrarse en el Señor.
Gálatas 5:22-23 (TLA): Los frutos del Espíritu Santo.
Salmos 40:16; Salmos 42:4: Adorar y alabar a Dios.
Salmos 51:12 (NTV): La ayuda y el apoyo de Dios, ser obedientes a Él.
Salmos 56:13: Ser libres del enemigo, ser libres de toda tentación y pecado. Caminar en Su presencia que es la luz de la vida.
Salmos 62:7: Vivir en Su refugio.
Salmos 66; 2 Corintios 12:10: Reconocer Su grandeza, poder, maravillas.
Salmos 73:25-26: Vivir en la fuerza de Dios.
Salmos 84:9 Salmos 90:17: La bondad de Dios.
Salmos 90:12; 14: Ser llenos de la sabiduría de Dios y de su amor.
Salmos 91: Dios nos protege y libra de enfermedades, muerte, desgracia, desastres en nuestras vidas, de la angustia.
Jeremías 15:16: El gozo de alimentarse de la Palabra de Dios.