Jesús nos enseña a orar con más fervor para ser llenos de poder, derribar gigantes y llevar el evangelio a todo lugar.

Cuando entiendo y creo que soy un hijo De Dios, desaparece todo miedo porque mi Padre me da seguridad.

Dios nos reservó un lugar para que tengamos un banquete y edifiquemos nuestra vida: La Roca Eterna, Jesús.

Si Dios va conmigo es una aventura de gozo. 

Para recibir el Reino de Dios es necesario rendir nuestra vida a su gobierno.

Cuando tengo el reino de Dios en mi corazón, mi vida y mi historia son cambiadas para toda la eternidad.

Nuestro mensaje transmite un Espíritu de fe, valentía y ánimo para callar a los gigantes y derribar cualquier muralla.

Si Dios tiene el primer lugar en mi vida, Él hace todo lo imposible que yo necesito

¿Cuál es el primer lugar al que corres cuando enfrentas una dificultad?

Todos los días somos llamados a confiar en nuestro Dios.