💡 Desafío del día
Hoy, dedica un momento a revisar tu escala de valores. Pregúntate: ¿qué es lo más importante para mí? Y haz un gesto concreto que lo exprese:
– Si tu tesoro es tu familia, regálales tu tiempo.
– Si tu tesoro es tu fe, dedica un rato a la oración.
– Si tu tesoro es servir, haz una obra de amor silenciosa.
Hazlo con alegría, sabiendo que todo lo que das por el Reino, nunca se pierde.

✨ Desafío del día
Hoy te invito a dar un testimonio concreto de verdad.
No te quedes callado ante una injusticia,
aunque sea pequeña.
Defiende lo correcto,
con respeto, pero con firmeza.
Hazlo no por orgullo,
sino porque ahí se manifiesta la voz de Dios en ti.

✨ Desafío del día
Haz hoy un gesto de fidelidad escondida.
Algo que nadie vea,
pero que Dios reciba en secreto:
una oración, una ayuda silenciosa,
un acto de paciencia.
Eso es vivir despierto para el Reino.

💡 Desafío del día
Haz hoy un gesto sincero de fe.
No maquilles tus debilidades,
preséntalas a Dios en oración.
Busca ser auténtico en tus palabras,
y transparente en tus gestos.
Ahí comienza la verdadera libertad del corazón.

💡 Desafío del día
Haz hoy un acto sencillo de justicia o misericordia,
sin que nadie lo sepa.
Pon tu esfuerzo en lo que no se ve:
en escuchar, perdonar, ayudar,
en limpiar tu corazón de resentimientos.
Ahí empieza la verdadera pureza.

💡 Desafío del día
Haz hoy un gesto que abra la puerta del Reino a alguien.
Escucha con paciencia,
perdona con sinceridad,
anima con esperanza.
Que alguien descubra, a través de ti,
que Dios no está lejos,
sino cerca y accesible.

💡 Desafío del día
Haz hoy un gesto de amor que te cueste.
Perdona, ayuda, comparte,
aunque no te nazca del todo,
aunque implique renunciar a ti mismo.

Esa será tu manera de pasar
por la puerta estrecha del Reino.

💡 Desafío del día

Haz hoy algo bueno por alguien…
sin que nadie lo sepa.
Hazlo solo por amor.
Sin contarlo, sin publicarlo,
sin esperar nada a cambio.

Ahí empieza la verdadera grandeza.

💡 Desafío del día
Hoy haz este ejercicio:
en cada decisión que tomes,
pregúntate:
“¿Esto que voy a decir o hacer… nace del amor?”

Y si no, cámbialo.
Hoy puede ser un día lleno de amor verdadero,
de ese que transforma la vida y deja huella.

💡 Desafío del día
Hoy, pregúntate con honestidad:
¿Estoy en la fiesta de Dios solo de apariencia, o de corazón?
¿Hay algo que me impida vestirme con el traje de humildad y amor?

Haz un gesto concreto:
perdona, agradece, cambia algo que sabes que debes cambiar.
Ponte el traje. ¡La fiesta es tuya también!