Saciados de amor y verdad. Los seres humanos necesitamos amor y verdad para estar saciados. Cuando hay amor y verdad tenemos una base firme para edificar nuestra vida.

El amor y la verdad no se llevan en secreto se deben manifestar.

Haremos bien en expresar amor y haremos bien en expresar verdad. Hagamos esto con nuestras familias para que estén saciados.

Tratando con personas difíciles.

Este capitulo contiene 28 versículos y se tocan al menos 3 temas: la necedad, la pereza, y la hipocresía.

Recordemos que este es un libro de instrucción, te deja la sensación constante de un Padre instruyendo a su hijo.

En este caso le está enseñando al hijo sobre el proceder de personas difíciles: el necio, el flojo y el hipócrita. Es importante que aprendamos a tratar con personas difíciles como los necios, los flojos y los hipócritas. Y es importante que enseñemos a nuestros hijos a tratar con personas difíciles tambien.

Es importante que corrijamos en nuestra vida, alguna de estas tendencias; si las identificamos; y es importante que corrijamos a nuestros hijos si vemos en ellos alguna de estas tendencias tambien.

Es inevitable encontrarnos este tipo de personas en la vida, pero la palabra de Dios nos da un manual para identificarlos y para saber como tratarlos

Riendas, palabras bien dichas y circulo íntimo. Nuestro futuro y nuestro buen desempeño esta sujeto a aquel que lleva las riendas de nuestra vida para actuar, para vivir y para hablar. Y esta relacionado con el circulo intimo que influye en nuestra forma de pensar y de proceder.

Modelos aspiracionales, sabiduría y Carácter. Nuestro modelo aspiracional debe ser siempre Jesucristo: ser como el, vivir como el actuar como el, tratar a los demás como el, ser disciplinados como el y amar al padre celestial también como el.

Que así como Jesus enseño con eficacia, también nosotros lo hagamos con nuestros hijos

Y que así como el era diligente, así también nosotros lo seamos.

Negocios, Padres y Alcohol. Que importante es desarrollar dominio propio y no permitirnos caer en las garras del alcohol aunque sea socialmente aceptable. Que importante es abrir lo ojos para no caer en negocios que podrían enredarnos y comprometer nuestro futuro, y que importante es honrar a nuestros padres, mas aun cuando envejecen.

En este episodio descubrirás Tres consejos para los padres. Nuestros hijos no solo son un deleite que debemos disfrutar, también son una herencia que debemos administrar; nos fueron prestados por un periodo de tiempo muy corto: aprovechemos bien eses tiempo para formarlos bien.

Ve a tus hijos pequeños en términos del largo plazo: su edad adulta, y eso que esperas que manifiesten en su edad adulta, siémbralo desde su niñez.

Los discípulos de Jesús que crecen en su fe, son capaces de lograr grandes cosas. Quizá tu historia no es de “Exito” pero es acerca de algo muy grande: tu capacidad de resistencia, tu capacidad para sacar fuerzas de la debilidad, tu capacidad para hacerte fuerte cuando sabes que eres débil, tu capacidad de soportar la presión de un mundo perdido que te rodea, cuando quieres mantenerte fiel a Dios, fiel a tu esposa, fiel a tus hijos, y fiel a tu fe.

Dios te ayudará para sacar fuerzas de la debilidad, para hacerse fuertes en la batalla y para sufrir grandes aflicciones por amor a Dios.

Confiar en Dios, ser buenos y vivir en Paz. Debemos confiar en Dios, todo lo que pasa en este mundo está previsto por el. Debemos ser buenos, eso a Dios le agrada mas que ser tan persignados, y a la vez indiferentes con la necesidad de este mundo, y debemos vivir en paz en nuestro hogar, eso es mejor que vivir en casa lujosas, pero siempre en pleitos y discusiones.

La humildad trae bendición. La humildad para acudir al salvador, te limpia el alma, la humildad para recibir consejo te ordena la mente, y la humildad para avanzar en un proceso sano y limpio de prosperidad. Te deja bendición.

En este episodio descubriremos que tener un corazón generoso para ayudar al pobre, te ponen en una situación de ventaja para el futuro; pasar por alto la ofensa, te da honor y cordura; y reconocer tus errores, te evita echarle la culpa a Dios.