Share Eduard Costa
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En un lugar del mundo habita la tribu de los pies descalzos. Esta tribu se caracteriza por sus pies, que están siempre desnudos al sol, a la lluvia y al barro. Su sabiduría vive en sus pies.
El otro día leía un titular en la portada de un periódico que decía: “si no existiera el agua los tardígrados nunca se despertarían de su sueño profundo”.
Hace un tiempo me preguntaba si los gatos tenían hipo o si solo era un fenómeno reservado a la condición humana. Por cosas de la vida ahora tengo 2 gatos en casa. Un macho, Ishmir y una hembra, Xaina. He pasado muchos días observando sus hábitos. Todo es muy visceral, animal, salvaje y sensorial. Comer, sentir y ronronear. Entre todas estas observaciones metódicas, un día a eso de las 3:46h de la tarde, en plena siesta de un 9 de julio, a 34 grados bajo techo con el ventilador a la posición 4 y sin un suspiro de viento a la vista, Ishmir empezó a tener hipo. De golpe, sin ningún preludio que avisara. Era un hipo discreto, pero por fin desde mi rincón en el mundo hacia mi contribución a la ciencia humana. Los gatos sí tiene hipo.
Los sherpas, los que no salen en la foto.
Había una vez un hombre que se llamaba Jorge y que caminaba mientras leía. Era un caminante de libros. Por allí donde pasaba no apartaba su mirada de entre las páginas de su edición de bolsillo. Era una edición liviana para que pesara poco en sus andares. El caminante de libros se recorría todo el país sin saber por donde pasaba. Esquivaba coches, motos, cacas de los perro, cruzaba senderos de bosques, calles y plazas. Para él todo era igual. Las subidas y las bajadas, porque para él el único mundo que existía era el que tenia entre sus manos, el que habitaba entre las páginas de libro que leía.
Mi furgoneta tiene más de 30 años. La compré a primera vista, de segunda mano. Era como si me llamara. Y atendí a su llamado y la compré. Con ella hemos recorrido todo el país de punta a punta. Siempre me ha guardado en la carretera y siempre me ha guardado del frio y de la lluvia, del calor y de la tormenta.
Hay un lugar en el mundo donde se encuentra Asia con Europa. Allí ambas se ven, se tocan, se acarician y se besan, como dos amantes que por fin gozan de una intimidad deseada. También es un paso estrecho y antiguo, de poco menos de 4 km de ancho y de poco mas de 30 de largo y con una ciudad de las mil y una noches que se extiende a lo largo de sus orillas. La ciudad se llama Estambul. Una ciudad repleta de mezquitas, de palacios, de derviches, de mercados, de runas, de cantos y de llantos.
En la playa al lado de mi casa hay un bunker.
Las cigüeñas traen a los bebés.
Un nuevo cuento del proyecto Corazón de pan.
Texto y música: Eduard Costa
foto: Tim Nieland
Los ángeles tocan la trompeta. Y como que son ángeles tocan música celestial. Es como el cielo fuera hecho de música. Música!
La música es el cielo y los ángeles la tocan.
(texto y música: Eduard Costa)
The podcast currently has 13 episodes available.