Primera vez que hablo de un arreglista y qué mejor que comenzar con un genio incomprendido que revivió a Beethoven y lo volvió un himno de hermandad cuando la adaptó para que un joven cantor de nombre Miguel Ríos pusiera su voz y cantara "escucha hermano la canción de la alegría". Encantador, innovador y polémico, detestado por los puristas, visionario, sastre de lujo para muchos artistas que pasaron por el sello Hispavox entre fines de los 60s e inicios de los 70s. Conoce a Waldo de los Ríos.