En el estudio de la Epístola de los Romanos, el apóstol Pablo aborda una serie de objeciones comunes que surgen respecto al pueblo judío, la fidelidad de Dios, y las promesas divinas. En Romanos 3, Pablo responde a estas objeciones, mostrando que, lejos de ser un reproche, la pertenencia al pueblo de Israel y las bendiciones recibidas de Dios son motivo de gran beneficio. El propósito de esta predicación es analizar estos beneficios a la luz de las objeciones que se presentan en el texto, particularmente el "beneficio de ser judío".
A través de la reflexión sobre tres objeciones fundamentales, veremos cómo la fidelidad de Dios permanece intacta a pesar de la incredulidad humana y cómo la pureza de Su carácter es un fundamento seguro sobre el cual podemos confiar.
1. Objeción en contra al ataque al pueblo de Dios
2. Objeción en contra del ataque a las promesas de Dios
3. Objeción en contra del ataque a la pureza de Dios