El Canal de Suez representa aproximadamente el 15% del comercio mundial. Sin embargo, desde finales de año esta histórica ruta está perdiendo tráfico –hasta un 55% en los tres primeros meses del año–. El descenso se debe a los ataques que los hutíes (milicia militar de Yemen que controla la parte este del país) están llevando a cabo contra barcos portacontenedores que surcan las aguas del golfo de Adén. Lo hacen con apoyo de Irán y en contestación a los ataques de Israel en la franja de Gaza. Tras decenas de ataques contabilizados en la zona entre noviembre y diciembre (algunas cifras hablan de al menos 100), importantes firmas, como NYK o Wallenius Wilhelmsen, han apostado por cambiar de ruta y bordear África por el Cabo de Buena Esperanza para llevar productos desde el Lejano Oriente hasta Europa. El cabo ha aumentado su tráfico un 70% este año.