Si los discípulos tuvieron que re-ordenar los eventos de sus vidas alrededor de la resurrección, ¿es diferente para nosotros? ¡No! Nuestra vida, nuestras acciones, lo que hacemos y lo que haremos debe ser repensado en base a un hecho: JESUS MURIO ¡PERO RESUCITO!

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Los primeros discípulos de Cristo abrumaron el mundo antiguo con un mensaje sencillo al que llamaban “El Evangelio de Jesús” (o “Las Buenas Noticias de Jesús”). Se conoce que en poco tiempo la iglesia pasó de ser un grupito de 120 personas a contarse en todo el imperio millones de creyentes y discípulos de Cristo. ¿Qué provocó esto? ¿Qué podemos aprender de una iglesia, que a pesar de tener tantos problemas y crisis y situaciones difíciles, se mantuvo firme en la extensión del Reino? ¡Hablemos de eso!

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Un nuevo año es emocionante pero también asusta, cosas comienzan o simplemente continuan, se suspenden o se replantean. Para algunos no significa mucho para otros es un tiempo de mucha meditación. Algunos comen mucho y otros pasan hambre, unos vivirán y otros morirán pero también otros nacerán. Algunos serán invadidos por la miseria y otros serán sorprendidos por la prosperidad. Todos pensamos positivo aunque no sabemos que nos espera. Otros están pesimistas porque realmente las cosas no han cambiado mucho desde siempre. Sea cuál sea el lugar donde estés, llamémosle “aquí”, pero es justo ahí donde Dios empieza, si lo dejas. Aquí: empezamos.

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Jesús nos invita a movernos “al otro lado” junto a El. Esto significa que pasamos “de las tinieblas a la luz”, de el reino de la muerte al reino de la vida, de una vida caótica a una vida de paz. Mientras vamos con El nos damos cuenta que al ir de “un lado al otro” no nos saltamos las tormentas que hay en la navegación. Es en la tormenta que Jesús mantiene la calma, y nos invita a ser parte de esa misma calma, a no temer porque El está ahí. Pero, ¿cómo se hace eso? ¿cómo lo logramos? ¡Hablemos de eso!

¿Por qué orar? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Cuánto?

Su nacimiento fue tan importante que dividió la historia en un antes y un después, unificó casi todo el mundo bajo una misma fecha. Su vida tan significativa que absorbió el mismo imperio que lo crucificó. Pero, lo más importante, es la entrada al más grande de los eventos: el Reino de Dios expandiéndose, Dios reconciliándose con el hombre, Dios mostrando misericordia. Aún más sorprendente que eso: Dios caminando ¡en persona! en medio de nosotros.

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Con la Biblia, ¿es la intención de Dios inspirarnos, informarnos o que podamos vivir bien (aunque eso signifique lejos de un propósito coherente con su voluntad)? La verdad es que debemos leer la Biblia como viene a nosotros y no como nosotros vamos a ella, pues muchas veces vamos a la Biblia con intenciones personales muy marcadas. Así que hay que estar claro: no todo el que lee las Escrituras esta interesado en conectarse con Dios, y la Palabra se lee para ser vivida, no para buscar información. Leer la Palabra de esta manera, es lo que trae una profunda transformación en nuestras acciones. Lo que leemos de esta forma es lo que empezamos a asimilar como lo que creemos, y lo que creemos es lo que mueve lo que hacemos. Estas próximas semanas hablamos de las Escrituras, por qué nos las da Dios y cuál es la mejor forma de estudiarla y leerla.

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A nadie le gusta ser “dependiente”. Luchamos toda nuestra vida para ser “nosotros mismos” (que para nosotros significa: “puedo solo”). Pero si somos honestos, dependemos de muchas cosas y de mucha gente, sino ¿puedes imaginarte sin internet o sin teléfono o sin electricidad por varios días? Jesús nos pide que dependamos de El, pero no solo eso: también nos pide que permanezcamos en esa dependencia, no hay nada que podemos hacer si nos despegamos de El. Dependamos.

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Hay simples verdades (y por simple no queremos disminuir su importancia, sino expresar lo fáciles que son de entender) que, por ser constantemente empacadas de forma complicada en muchas de las cosas que hablamos, terminan siendo más difíciles de vivir. Nuestras largas explicaciones sobre asuntos sencillos terminan haciendo que le demos más vuelta a entenderlos sin poder aplicarlos de forma efectiva en nuestras vidas. Hoy en El Círculo, hablamos de eso. Así de simple.

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“Esto es lo que dice la Biblia…” “¡No, no no! Es esto lo que dice la Biblia...” ¡Uff! Vívimos en un tiempo este tipo de conversaciones se vuelve más y más común, y donde existe un número de tendencias que se han vuelto populares y que pueden ser dañinas para uno espiritualmente, si no presta mucha atención. A pesar de que tenemos un increíble acceso a la Biblia (cada persona tiene… Biblias en sus casas, en la computadora, en el celular, en el smartphone, en el Alcatel, etc…), por alguna razón seguimos sin entender: “¿Es esto o es aquello?” En esta nueva serie estaremos viendo algunas de estas tendencias a la luz de la Biblia, junto con lo que creemos en El Círculo y por qué. ¡Amárrate los cinturones!

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