En una época en la que los países del Sur global se están desarrollando rápidamente, no es de extrañar que la vieja Europa (y con ella la propia España) vaya perdiendo peso relativo en la economía mundial. Ante esta realidad, los europeos solemos afirmar que, en términos de PIB por habitante, el continente es todavía el lugar más desarrollado del mundo. Pero, ¿puede afirmar lo mismo España? ¿Es posible que algunos de nuestros vecinos, tradicionalmente más pobres, nos hayan comenzado a superar?