Este relato novelado traza la figura de Antonio Cánovas del Castillo, "El Monstruo", arquitecto de la Restauración española. Con un estilo literario y denso, la narración captura su pragmatismo obsesivo por la estabilidad. Se detalla la creación de su obra magna: la Constitución de mil ochocientos setenta y seis y el "Turno Pacífico". El texto equilibra el éxito de la paz interna con sus sombras: el caciquismo, la represión social y el fracaso en Cuba. Es un retrato del estadista que, buscando el orden a toda costa, ignoró las fracturas que acabarían con él y su sistema.