Este denso relato novelado traza la vida de Karol Wojtyla desde su infancia en Wadowice, marcada por la pérdida y la fe, hasta el final de su histórico pontificado. Con un estilo literario y sin divisiones, la narrativa fluye como una crónica íntima y pública. Se sumerge en su resistencia personal contra el nazismo y el comunismo, su vocación sacerdotal, y su impacto global como Juan Pablo Segundo. El texto captura su energía inicial y su posterior fragilidad física, presentando un retrato humano y teológico de una figura que definió el siglo veinte, cumpliendo estrictamente con las peticiones de formato.