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Or


Cuando la angustia te visite, no calles. Clama, aunque la voz te tiemble. Porque hay un Dios que no solo escucha, sino que responde con ternura y esperanza. Su oído está atento al clamor del alma, y en Su tiempo, Su paz silencia toda tormenta.
Piensa hoy:
¿Has sentido que tu oración se pierde en el silencio? Recuerda: el silencio de Dios no es ausencia, es cercanía sin ruido. Él escucha, Él responde, y Su consuelo llega siempre a tiempo.
Oremos:
Señor, gracias porque aun en mi angustia me escuchas. Gracias porque no te alejas del quebranto, sino que te acercas con amor. Hazme recordar que mi clamor nunca es en vano, que Tu oído siempre está atento a mi voz, y que en Tu abrazo encuentro la paz que mi alma anhela.
By Bezabel RodriguezCuando la angustia te visite, no calles. Clama, aunque la voz te tiemble. Porque hay un Dios que no solo escucha, sino que responde con ternura y esperanza. Su oído está atento al clamor del alma, y en Su tiempo, Su paz silencia toda tormenta.
Piensa hoy:
¿Has sentido que tu oración se pierde en el silencio? Recuerda: el silencio de Dios no es ausencia, es cercanía sin ruido. Él escucha, Él responde, y Su consuelo llega siempre a tiempo.
Oremos:
Señor, gracias porque aun en mi angustia me escuchas. Gracias porque no te alejas del quebranto, sino que te acercas con amor. Hazme recordar que mi clamor nunca es en vano, que Tu oído siempre está atento a mi voz, y que en Tu abrazo encuentro la paz que mi alma anhela.