El elefante atado es una poderosa metáfora que invita a la introspección sobre las cadenas invisibles que limitan la libertad humana. La historia narra cómo un elefante adulto, capaz de derribar árboles y arrastrar toneladas, permanece atado a una simple estaca clavada en la tierra, sin intentar liberarse. La razón no es física, sino psicológica: desde cría, aprendió que no podía escapar, y esa creencia se convirtió en una prisión mental que persiste incluso cuando ya tiene la fuerza para romperla.