Se nos va de ojo que asistimos a un nuevo salto en el modelo comunicativo, porque el entretenimiento virtual convierte al espectador en parte fundamental del espectáculo que ofrece, como paso siguiente al previo de conversión de la información en espectáculo.

Adalid de este nuevo modelo es el videojuego, que ya genera más volumen de negocio que el cine y la televisión juntos, que ofrece un espectáculo de entretenimiento inmersivo, donde el espectador se convierte en actor imprescindible de la narración audiovisual.

Narración que solo se activa y cobra sentido, por el uso que hace este espectador virtualizado de las herramientas que el videojuego pone a su alcance. De este modo el espectador deviene en pantalla, en protagonista, de una obra digital en la cual tiene tantos desarrollos narrativos, como sujetos interactúan con ella. Nace así un nuevo modelo de interacción y comunicación social que en un primer momento se utiliza como un juego; como ya sucedió con las redes sociales que, después de diez años de utilizarlas, ya no las ven los usuarios como un juego; sino como herramienta de acción social. ¡Que no se te vaya de ojo!